Es la cuarta y última fase de propagación del virus. El contagio se vuelve comunitario y por ello las medidas de contención deben extremarse.
Esta etapa se define como una transmisión sostenida del virus y es el momento en que se produce circulación viral y dispersión comunitaria de la enfermedad.
La fase cuatro significa que se ha perdido de cierto modo la conexión entre los casos, dificultándose así el reconocer quién ha sido contagiado por quién, y por qué aquella persona había contraído el virus, desligándose así se los casos importados desde el extranjero y propagándose la enfermedad de manera interna en el país a modo de pandemia.