Si bien estamos todos preocupados por la pandemia de COVID-19 que nos afecta y sus implicancias en la humanidad, también nos preocupan las consecuencias en la economía, y en nuestra minería, el principal sostén de la economía nacional.
Como es de público conocimiento, el precio de cobre ha descendido en forma alarmante, cotizándose en la Bolsa de Londres cercano a US$2,0 la libra; pero además tenemos la incertidumbre de los índices que arroje la economía China, nuestro principal socio comercial y comprador del metal rojo, y que su crecimiento bajará a cifras cercanas al 4% muy por debajo al 6% planificado.
Sin embargo, hasta ahora, somos testigos de que la minería chilena, aunque con resguardos para la salud de sus trabajadores, ha mantenido sus operaciones y hasta ahora no han arrojado contagiados de coronavirus. Los índices en seguridad y salud ocupacional son de clase mundial.
Digno de destacar ha sido la donación que realizó la Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi al Servicio de Salud de Tarapacá, un equipo de punta para diagnóstico oportuno de Covid-19. Según informaron, “con la nueva tecnología, se reducirá a solo 4 horas la obtención de resultados, agilizando la identificación de las personas infectadas, lo que resulta clave para contener la propagación del virus”, claramente aportes como éste son los que el país necesita, por lo que insto a quienes puedan replicar esta iniciativa la que en estos tiempos tan delicados es un orgullo de solidaridad.
Pero volviendo al cobre. La gran incertidumbre que enfrenta no solo es la baja en su precio, que pone al límite a varias faenas en sus costos de producción, sino también el congelamiento de las inversiones, y proyectos que quedan en duda en su desarrollo y los más grave la probable pérdida de puestos de trabajo. Cabe destacar que si bien el precio del metal rojo ha acumulado una baja de 19% en el último mes, tanto por el impacto de la crisis sanitaria, como por una menor demanda por parte de China, Estados Unidos y Europa, Goldman Sachs, el banco de inversión más poderoso del globo, calcula que una caída del 10% en los precios de las materias primas disminuiría en 1,3% el PIB de Chile.
Además, lo más probable es que se disminuya la producción del metal rojo, y el consumo que a nuestro juicio bordea los 700.000 a 800.000 toneladas de cobre fino. Pero en la medida que China se aleje de la pandemia y se solucione el famoso choque entre oferta y demanda, podría comenzar a reactivarse la economía y volver a ser uno de los principales consumidores del cobre chileno.
Pero desde Codelco, el presidente Ejecutivo, Octavio Araneda en una carta enviada a los trabajadores aseguró que la situación del coronavirus afectará drásticamente la economía del país. Donde alude también a la brutal caída del precio del metal rojo, y hace un llamado a todos a cuidarse y agradece la lealtad que siempre han tenido con la Corporación.
El hecho de que la pandemia de coronavirus sea un shock simultáneo de oferta y demanda en la economía mundial es claro, que ya es un Black swan llevando a una terrible crisis financiera a los mercados, que a juicio de muchos expertos el mundo está al borde de una nueva recesión similar a la crisis del año 2008, pero con consecuencias más catastróficas que lo hace único en la historia reciente
China respondió con más fuerza a la recesión económica en los años 2015-16 respecto a lo que está sucediendo hoy, lo cual es curioso. Creemos que la demanda de recursos puede regresar con fuerza, en los próximos 12 meses.
EL cobre se usaba en el antiguo Egipto para esterilizar heridas e incluso el agua para beber, la medicina y la industria parecen desconocer o ignorar sus propiedades antimicrobianas, las que podrían ayudar en la actual lucha en contra del nuevo perverso coronavirus. Incluso, se conoce desde hace milenios que el cobre ha sido un aliado a la hora de combatir la transmisión de enfermedades.
Como Presidente de la Cámara Minera de Chile, hago un llamado a todos quienes se desempeñan en las compañías mineras, empresas proveedoras y relacionadas con el sector a cuidarse, pero también a no bajar los brazos, ya que todos sabemos que el cobre es el principal ingreso que tiene el país, recursos que son indispensables en estos momentos para enfrentar lo que está sucediendo y, más aún, para estar preparados ante los que nos deparará el futuro. Insistimos en posponer la carga tributaria, privilegiar la generación de empleos, aprobar nuevos proyectos como Dominga que generan nuevos empleos, cuidar la salud de todos y cada uno de los trabajadores, apoyar la donación de equipos de salud, y no escatimar esfuerzos para salvar vidas humanas.
“La humanidad siempre ha sacrificado felicidad por un poco de seguridad »
Segimund Freud