Verónica Torrejón lleva casi 7 años aprendiendo el cultivo de la jojoba en la localidad de Serranía Poblete, en la comuna de Copiapó, región de Atacama.
En las dos hectáreas que posee junto a su marido, produce los frutos de esta planta arbustiva, de la cual, con esfuerzo y el aporte de varias instituciones, ha podido obtener aceite y exfoliante.
Hoy, esta pequeña productora indígena se prepara para consolidar la producción de esta especie originaria de los desiertos de Sonora y de Mojave, en América del Norte.
“Llegamos hace 14 años a este sector, pero desde hace siete que estamos dedicados al cultivo de la jojoba. Mi esposo y mis hijos me apoyan en las labores de cosecha, que es la parte que toma más tiempo, y luego, usando técnicas que he ido adquiriendo con el tiempo, paso los frutos por la prensa en mi taller para obtener el aceite y el exfoliante. Es un trabajo muy lindo que tenemos en el predio”, cuenta Verónica.
Entre 2017 y 2019, esta pequeña agricultora recibió un nuevo impulso del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), primero con un estanque acumulador y luego con un kit de riego tecnificado con paneles solares, lo que convirtió el emprendimiento familiar en una actividad sustentable, ahorrando combustible y tiempo de riego a la vez.
“La jojoba se ha adaptado muy bien a las condiciones de escasez de agua que tenemos en los alrededores de Copiapó, y además le sumamos el kit fotovoltaico al estanque acumulador, de tal manera que estamos haciendo frente al cambio climático introduciendo un cultivo que necesita poca agua en el año y que tiene una buena oportunidad de comercialización hacia el futuro”, apunta la productora.
Verónica aún no obtiene el registro del Instituto de Salud Pública (ISP) para productos cosméticos, lo que le permitiría impulsar sus ventas en mercados de Copiapó y el resto de la región, pero se ha trazado como meta lograr la formalización para poner en valor su trabajo: “El objetivo es vender con un valor agregado en Atacama, ya que las propiedades de la jojoba para el tratamiento de la piel son conocidas a nivel mundial”.
Entre otras cualidades cosméticas, el aceite de jojoba (Simmondsia chinensis) da sedosidad y brillo al cabello, es hidratante, tiene propiedades antisépticas, antiinflamatorias y antimicrobianas, se usa para el tratamiento del acné, previene las arrugas y neutraliza los radicales libres.
La directora de Indap Atacama, Mariela Herrera, destacó el apoyo que la institución está dando a las productoras agrícolas. “Tenemos 457 mujeres atendidas por nuestros programas en la región y en Copiapó bordean el 50 por ciento en un programa eje como es el Prodesal. Verónica representa un ejemplo de cientos de mujeres que son cultoras de saberes y conocimientos y que lideran innovadores emprendimientos junto a sus familias”.
Agregó que “estamos impulsando la adaptación al cambio climático todos los días, y como INDAP vamos a continuar fortaleciendo a la pequeña agricultura con asesorías técnicas, capacitación e inversiones, para poner en valor la agricultura de la región y seguir mejorando la calidad de vida de sus habitantes”.