Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional, detalló que la seguidilla de sismos ocurridos en la región de Tarapacá refieren a «una continuación de la zona de ruptura generada tras el terremoto de 2014», siendo un movimiento de 5.2 el más alto hasta el momento.
Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional (CSN), analizó la actual situación que vive el país en materia telúrica, específicamente en el norte grande, luego de que en los últimos dos días la zona de Tarapacá reportara una seguidilla de temblores perceptibles a la población.
Barrientos aclaró sobre esto que se trata de «dos grupos de temblores, unos del 11 de febrero y otros de hoy 13 durante la madrugada, siendo el de mayor consideración el que alcanzó los 5.2 Richter» declaró en entrevista al canal 24 horas.
ara el experto, al menos cuatro movimientos suceden en las cercanías de Alto Hospicio, con epicentro en el mar, con un punto de inicio prácticamente similar, respondiendo a un gran evento ocurrido el 1 de abril de 2014, cuando el terremoto situado a 73 kilómetros al oeste de Pisagua llegó a una magnitud 8,2.
«Todos los eventos ocurren en la misma área, siendo este sitio ubicado hacia el sur de la zona de ruptura de la réplica principal del terremoto señalado, ocurrida el 3 de abril, la que llegó a 6,3», aseveró.
QUÉ SE ESPERA EN EL NORTE
Barrientos aclaró que estos últimos movimientos se deben investigar y que, de no haber algún evento mayor, estos serían una respuesta a la zona de ruptura señalada.
«Si termina acá y solo ocurren temblores de más baja magnitud daría la impresión que serían réplicas del 5,2 ocurrido esta madrugada en Alto Hospicio», manifestó.
No obstante, el director del CSN indicó que en el mismo norte del país existe un área que no ha tenido una liberación de energía hace 143 años.
Se trata del área comprendida entre Punta Patache, localidad ubicada a 65 kilómetros al sur de Iquique, y Tocopilla, la cual tuvo un último terremoto de gran magnitud en 1877.
«Desde Punta Patache hasta Tocopilla, en toda la región comprendida entre ambos territorios, se espera que en el futuro se active un terremoto del orden de 8 Richter», dijo.
Barrientos enfatizó que pese a estos sondeos que revelan la carencia de liberación de energía, no es posible saber fecha o momento en que se podrían registrar estos eventos.
Situación similar podría suceder en el área comprendida entre Pisagua e Ilo, en Perú, y frente a las costas de Copiapó, donde se reportan largas ausencias de sismos importantes y hay «mucha energía por liberar».
Lo que sí, aclaró el sismólogo, «un terremoto de hasta 7,5 puede ocurrir en cualquier zona del país y en cualquier momento, por lo cual la gente debe estar preparada para ello».