Según un estudio realizado en mujeres de la comuna. Un 53% presentó altas concentraciones de mercurio en su organismo en niveles peligrosos. Según expertos, este metal emana de la quema de carbón que se asocia a las 5 centrales termoeléctricas que existen allí. Empresas descartan responsabilidad.
Les presentamos los resultados de un estudio realizado por investigadores del departamento de Salud Pública de la Universidad Católica, sobre los daños a la salud en comunidades que conviven con termoeléctricas.
Según esos datos, la gente de Huasco, ubicado en la región de Atacama y en cuya bahía existen 5 centrales energéticas a carbón y una planta de pellets de fierro, presenta más riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares: 71% más que el promedio del resto del país.
De igual forma, el análisis contempla enfermedades cerebrovasculares. Existe un riesgo de morir 3,8 veces superior al promedio nacional. Además, un riesgo de adquirir asma de casi 5 veces (4,97) respecto de la tasa de Chile.
Lo anterior, refleja una problemática de la que AES Gener, controladora de las centrales termoeléctricas, descarta hacerse cargo. Así explica Norberto Corredor, director de operaciones de la firma.
“Lo que podemos notar es que el mismo autor (del estudio UC) dice que no puede ser considerado el informe concluyente ya que no se consideran todas las variables del entorno de Huasco”, sostuvo Corredor.
Sin embargo, la doctora Sandra Cortés, autora del estudio, reiteró que “el perfil de salud de estas comunidades sigue mostrando un daño dada la particularidad que tienen de estar expuestas a una central termoeléctrica a carbón”.
También hay mercurio
A inicios del año 2017, Yessika Aguirre, de 26 años, tenía seis meses de embarazo. Una amiga la contactó, para ver si quería someterse a un estudio que analizaría si tenía o no presencia de mercurio en su organismo. La investigación de la red global IPEN, realizada en 25 países del mundo y coordinada en Chile por el observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), estuvo enfocada en mujeres en edad fértil, como Yessika.
“Por la presencia importante de la quema de carbón en el caso de la comuna de Huasco se eligió ese lugar”, explica Lucio Cuenca, director de Olca. El carbón emite mercurio y el sentido de la investigación era, bajo ese contexto, hacer las mediciones.
En el caso de Yessika, sus resultados fueron sorprendentes. Marcó 0.86 ppm en su organismo. Dicho número, está muy por sobre la barrera que el propio estudio catalogó como riesgosa, que fueron 0.58 ppm. Según dice el propio informe, sobre ese número, existe riesgo de afectación neurológica fetal en el caso de mujeres embarazadas.
“La exposición crónica a mercurio produce problemas neuroconductuales, demencia, después de una larga exposición y en niveles más o menos largo”, cuenta el Dr. Andrei Tchernitchin, presidente del departamento de medioambiente del Colegio Médico.
Con su resultado en mano, el año 2017, Yessika siguió con su vida hasta que nació su hijo.
“Mi hijo hoy tiene 1 año y nueve meses. Justamente nació con problemas de lenguaje, e hiperactividad. Cuando uno le trata de hablar, no sabe pronunciar bien sus palabras”, explica la joven madre.
A lo anterior, la doctora Sandra Cortés, agrega que “sabemos que la exposición en edades tempranas incluso desde su formación en útero va a determinar algunas enfermedades crónicas a lo largo de su vida”.
El estudio realizado por IPEN, reflejó que del total de mujeres analizadas (34 en total), un 53% de ellas presentó concentraciones de mercurio por sobre los 0.58 ppm. Entre las que se encuentra Yessika. Lo peor, es que un 18% marcó sobre 1 una partícula por millón, que es la barrera donde se podrían presentar daños cerebrales, pérdida de coeficiente intelectual y otras enfermedades.
Niños con problemas de aprendizaje
Algo que también llama la atención en Huasco, es la cantidad de escuelas especiales de lenguaje. Así lo explica Jordan Castillo, educador diferencial quien hace un año y medio llegó a trabajar a esta ciudad puerto de la región de Atacama.
“La cantidad de diagnósticos permanentes, eso quiere decir diferentes tipos de discapacidad tanto intelectual como motora, o personas con autismo. Es mucha la cantidad de personas que tienen esta dificultad y que tienen estos diagnósticos”.
En Huasco, del total de escuelas y liceos, un 30% son especiales de lenguaje. Es tanta la demanda, que el resto de los establecimientos ha tenido que implementar programas de integración para niños con problemas que no tienen cupo en las escuelas especiales. Según un documento elaborado por la agrupación SOS Huasco presentado en la cámara de diputados, con cifras del año 2017, de un total de 1.768 niños matriculados, 541 correspondían a inscritos en escuelas de lenguaje o programas de integración. Es decir, un 36% del total.
“Se nota la cantidad ya de estos chicos que ya vienen con un problema cognitivo, y lo más lógico es que sea la contaminación”, añade Jordan Castillo.
Lo que dicen las empresas
AEs Gener, controladora de las cinco centrales termoeléctricas, referente a esta nueva investigación, descartan responsabilidad. Así lo explica su director de operaciones, Norberto Corredor.
“En las distintas fiscalizaciones y mediciones que han realizado estas unidades técnicas fiscalizadoras, en muchas de ellas no se ha encontrado mercurio en nuestras instalaciones. No se han observado trazas de mercurio. En los casos que se ha observado estas trazas están 100 veces por debajo de lo que establece la norma”.
Aseguran que cumplen las mediciones que la autoridad exige, desmarcándose de ser ellos la fuente de donde emana mercurio en Huasco.
Por la misma línea, CAP Minería, controladora de la planta de pellets de fierro, también de gran impacto en la comunidad, descartan responsabilidad alguna en los resultados del informe IPEN.
“Al respecto de nuestras faenas, nosotros no tenemos elementos de mercurio en los minerales que nosotros procesamos, por lo tanto, no puedo referirme a algo que no entendemos ni conocemos”, dice Patrick McNab, gerente de sustentabilidad de CAP.
Polvo negro y relaves
A esta última firma, además la acusan de ser unas de las empresas que emanan polvillo negro que llega hasta las casas. Así se demostró durante el año 2014 en el programa de reportajes de CHV Noticias, En La Mira, donde se realizó un ejercicio de recoger polvo de una hoja de olivo, y acercarlas a un imán, generando una adhesión inmediata de este elemento al metal.
En nuestra visita a la comuna de Huasco hoy, enero del 2020, volvimos a realizar el mismo ejercicio. Y si bien encontramos menos polvo, el que había igual de pegó al imán que llevamos.
“Esto es material particulado que emiten las empresas. Es el cóctel de los metales pesados de Huasco. Todo esto respiran los niños de acá”, dice Eva Troncoso, mientras toma en sus manos polvo negro sacado del techo de su casa. Ella llegó a vivir en el año 2010 a la comuna, yéndose a fines del 2019, tras enfermarse ella y sus tres hijas por problemas respiratorios.
Aunque lo anterior no es lo único. CAP Minería tienen en su planta un ducto que deposita sus relaves en el mar, hecho por lo que la superintendencia de medioambiente le levantó cargos.
“Es la única empresa minera en Chile que dispone de sus relaves en el mar. Alrededor del mundo existen más o menos 2 mil 500 depósitos industriales de minería y solamente 18 disponen sus relaves en el mar”, explica Javiera Calisto, de la agrupación ambientalista Oceana.
Junto a ellos, entramos mar adentro para ver el impacto en el fondo marino donde esta empresa descarga sus desechos industriales. Lucas Zañartu, documentalista de Oceana, quien se sumergió y buceó en la zona de la tubería marina, así lo describe: “En el fondo marino realmente nos encontramos con una bahía muerta. Es como si estuvieran tirando toda la basura bajo la alfombra, por es basura que no se ve. Es como una masa espesa que tu al tocarla se levanta como un polvo y tiene una contextura de plasticina”.
Respecto a esta acusación, CAP Minería, quien además nos abrió sus puertas para ver el funcionamiento de sus operaciones, explicaron respecto del relave que “disponíamos y disponemos esos relaves en el mar en base a permisos que se nos otorgaron en su momento. La planta surge hace más de 40 años atrás con una normativa que se aplicaba a la época. Eso evolucionó y llegó un momento la autoridad discutió la validez de esas normas”.
Tras levantarles cargos la Superintendencia de Medioambiente, la propia firma se comprometió a dar pie a un plan de cumplimiento que contempla una serie de medidas en un plazo de 4 años, entre ellos, el cierre definitivo de este relave marino.