El descuido por nuestra piel podría ocasionar eventualmente un cáncer, de allí que la población debería tomar conciencia de esta realidad.
Si bien en la región de Antofagasta existe mayor cantidad de gente que la padece de cáncer de piel, la región de Atacama también es de alto riesgo de contraer esta enfermedad. De allí que es sumamente importante que la gente que reside en esta región de alto riesgo tome las medidas de protección correspondiente para evitar problemas de salud.
Destacar que en el mundo laboral de la región de Atacama también se hace imprescindible que los empleadores de personas que trabajan en labores al aire libre como temporeros, recolectores de basura el mundo de la construcción, locomoción colectiva y la minería también provean a sus empleados de las medidas de seguridad y protección correspondientes.
Según información de la Sociedad Chilena de Dermatología, en el país, mueren 237 personas anualmente por cáncer a la piel. Hay estudios que indican que 10 de cada 100 mil chilenos padece esta patología, la que va en un aumento de forma imparable. Durante el período 2010-2015 se registró un aumento de casos de cáncer de piel en nuestro país del 20%, afectando principalmente a personas mayores y siendo la Región de Antofagasta y donde existe mayor cantidad de gente que la padece. No se queda atrás de esta grave situación la región de Atacama donde existe gran cantidad de radiación solar.
Es acá en el norte de nuestro país donde más energía solar se recibe. En el mapa se observa en tonos rojos las ciudades que más radiación total reciben durante gran parte del año, lo que conlleva a riesgos extremos para la salud de la población puesto que los niveles de radiación UV-B son mayores también allí. Hacia el sur los valores se tornan más moderados y en Magallanes se alcanza un mínimo, lo que también puede provocar problemas puesto que se puede producir déficit de vitamina D.
Frente a este aumento impresionante de problemas relacionados a la radiación UV, las autoridades han tomado diversas medidas focalizando el esfuerzo en aquellas personas que están obligados a convivir con la radiación solar de manera constante. Particularmente quienes trabajan al aire libre durante las horas de mayor riesgo (en empresas mineras, temporeros/as, deportistas, carabineros de tránsito, jardineros, carteros, entre otros).
Desde el año 2006 existe una ley que obliga a las instituciones y empresas a prevenir la radiación UV en los trabajos. Además, en el artículo N°18 de esta ley se indica a la Dirección Meteorológica de Chile como la institución oficial encargada de entregar la información acerca del pronóstico de Índice Ultravioleta, realizado diariamente por nuestros meteorólogos.
Color de lapiel y alto riesgo.
Las personas de piel blanca tienen mucho más riesgo de desarrollar cáncer a la piel debido a su gran sensibilidad a la radiación. Esta sensibilidad se puede determinar a simple vista, ya que basta con fijarse cuál es la tendencia al broncearse, si la piel se pone muy roja al estar expuesto a la radiación solar, se es más vulnerable.
Existen seis tipos de piel (según la clasificación existente) siendo la I y II las más blancas y las V y VI las más oscuras. Por supuesto, las pieles más blancas son más sensibles y la que corren mayor riesgo. Según estudios de la Universidad de Chile, el 36% de los chilenos poseen un color de piel “intermedio” (categoría III y IV), que se caracteriza por sufrir un bronceado gradual y niveles peligro un poco menores que la piel de tonalidad muy blanca. Las pieles de tonos más oscuras (categoría V y VI) corresponden a las de color café donde el sol sólo acentúa el tono.
Cada uno de nosotros puede realizarse “el autoexamen de la piel”, con el fin de poder evidenciar algún cambio notorio en la piel. Los lunares que cambian de color (dos tonalidades) y aumentan de tamaño o se elevan bruscamente, deben ser signos de alarma. Picazón, sangramiento o presencia constante de costras porque la lesión no cicatriza bien, son signos de la presencia de cáncer en la piel. El autoexamen debe hacerse al menos 1 vez al mes, con ayuda de un espejo.
Sin embargo, al momento de autoexaminarse es importante que se tenga en cuenta algunos mitos que la población ha llevado a lo largo de los años, especialmente en nuestro país.