“Esta variación negativa que se presenta en la generación de excedentes, se ve reflejada principalmente por un menor margen bruto, efecto causado por la variación negativa en el precio del cobre”, dijo la minera estatal en su estado de resultados enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
El presidente ejecutivo de la compañía, Octavio Araneda, agregó que durante el tercer trimestre se observó una mejora en la producción que repercutió en un avance de la productividad.
Entre enero y septiembre, la empresa produjo un millón 120 mil toneladas de cobre fino, 80 mil toneladas menos que al tercer trimestre de 2018, lo que representa un 6,7%. Entre los factores que explican el descenso están la baja en las leyes de cabeza, las lluvias de febrero, la huelga en Chuquicamata de 14 días en junio y menores niveles de tratamiento.
La cuprífera estatal presentó un plan de transformación para aumentar su competitividad y elevar de esa forma los excedentes de la compañía.
“Tenemos metas concretas. Este plan estratégico pretende mejorar nuestros excedentes en US$ 1.000 millones por año, a partir de 2021, y en US$ 400 millones el próximo año. Esto se sumará a nuestro ahorro proyectado de 20%, equivalentes a US$ 8.000 millones, en el total de la cartera de inversiones que tenemos planificada hasta 2028”, dijo Araneda.