Durante el último mes, los ciudadanos de Atacama se han expresado en búsqueda de mejoras sociales que permitan superar las brechas de inequidad incubadas por nuestra sociedad en los últimos 29 años de vida democrática. Las justas y compartidas aspiraciones, han sido recogidas con humildad por el presidente Sebastián Piñera y el gobierno, el cual busca transformar este movimiento social en una gran oportunidad, y a través de la participación de los ciudadanos construir una patria más justa y solidaria.
En este nuevo escenario, la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), está enfocada por estos días en colaborar y gestionar la reparación de los daños ocasionados por disturbios en medio de las manifestaciones y en fortalecer el Fondo Común Municipal, que es parte de las medidas de la Nueva Agenda Social. Sin descuidar, el fortalecimiento a la regionalización del país.
A nivel local la primera medida fue hacer un levantamiento de infraestructura pública dañada. Considerando semáforos, cámaras de seguridad, luminarias, mobiliario urbano y edificaciones públicas. Además de coordinar las acciones para crear los proyectos de reparación con las seremias de vivienda, obras públicas, transporte, gobierno regional y los municipios de Atacama. Al día de hoy, las cifras de daños superan los mil millones de pesos y se ha definido un plan de reparación que posee intervenciones a corto, mediano y largo plazo.
En materia del fortalecimiento del Fondo Común Municipal, la Subdere se encuentra estudiando distintas fórmulas que genere mayores aportes de las comunas de mayores ingresos, en beneficio de los municipios de menores ingresos. Con el objetivo de recaudar más recursos para el fondo, y de esta forma distribuir mejor los dineros para ayudar más a los municipios más vulnerables. Esta propuesta está siendo analizada con las asociaciones de municipalidades y con los parlamentarios ya que, debe ser gestionada vía un proyecto de ley.
En cuanto a los procesos de regionalización que vive el país, actualmente la Subdere está trabajando en el traspaso de competencias, de planificación y ordenamiento territorial a los gobiernos regionales, profundizando la descentralización al entregar más competencias y capacidades a las regiones, para que sean éstas quienes lideren los procesos que demandan sus habitantes con acento en el foco social y modificar la asimetría de inequidad presentes en nuestro territorio para así alcanzar el bienestar de los habitantes de las 9 comunas.