Piñera reconoce que en algunos casos no se respetaron protocolos y hubo uso excesivo de la fuerza

El presidente Sebastián Piñera reconoció que “en algunos casos no se respetaron los protocolos” y que hubo uso excesivo de la fuerza por parte de agentes del Estado durante estas cuatro semanas de crisis social que ha afectado al país.

Si bien Piñera agradeció al Ejército, a la PDI, a Bomberos y a Carabineros “que en jornadas extenuantes y muchas veces violentas, arriesgaron sus vidas y su integridad física” por proteger a la ciudadanía, manifestó que “lamentablemente y a pesar del firme compromiso y de todas las precauciones” tomadas para proteger los derechos humanos, en algunos casos no se respetaron los protocolos, hubo uso excesivo de la fuerza, se cometieron abusos o delitos y no se respetaron los derechos de todos”.

En ese contexto, el mandatario expresó su solidaridad y condolencias con las personas que fueron víctimas de esa violencia, con quienes sufrieron lesiones y con los familiares de los compatriotas que perdieron sus vidas.

El Presidente fue enfático en señalar que “no habrá impunidad, ni con los que hicieron actos de inusitada violencia, ni con aquellos que cometieron atropellos o abusos” y sostuvo que harán “el mejor de los esfuerzos para asistir a todas las víctimas en su recuperación y para que la Fiscalía y los tribunales de justicia cumplan con su misión”.

Pacto social

El mandatario afirmó que como Gobierno han escuchado la voz de los ciudadanos y que en las últimas cuatro semanas Chile cambió: “todos hemos cambiado”.

“El pacto social bajo el cual habíamos vivido se resquebrajó y mostró sus heridas y sus grietas. Necesitamos todos juntos renovar ese pacto social, de forma tal de sanar esas heridas y reparar esas gritas”, destacó. Para esto, llamó a los chilenos de buena voluntad a condenar “de forma categórica y sin ninguna ambigüedad” la violencia, “venga de donde venga”.

En relación al acuerdo por la paz social, Sebastián Piñera indicó que no significa sólo resguardar el orden público y la seguridad ciudadana, sino que también significa fortalecer la amistad cívica entre todos los chilenos, regirse por el estado de derecho y respetar la ley, respetar los derechos humanos de todos y pacificar los espíritus.

Asimismo, se refirió a la necesidad de avanzar de forma urgente para mejorar las pensiones de los adultos mayores, los ingresos de los trabajadores y la salud de las familias. Como también, a la urgencia de asegurar “a través de precios razonables” los servicios básicos como el transporte público, el agua, la electricidad y los peajes.

“Que las familias enfrenten un costo de la vida que reduzca el temor -que afecta a tantas familias- de no saber si van a poder llegar a fin de mes”, dijo.

No obstante, reconoció que como Gobierno están conscientes de que las medidas anunciadas y las que anunciarán “no van a solucionar todos los problemas de forma inmediata”, pero indicó que sí significarán un importante alivio y un firme compromiso de avanzar hacia un Chile más justo.

Acuerdo por una nueva constitución

Respecto al acuerdo por una nueva constitución firmado la madrugada del viernes, manifestó su seguridad de que cuenta con un apoyo mayoritario de la ciudadanía, “que tendrá una activa y efectiva participación”.

“Si la ciudadanía así lo decide avanzaremos a una nueva constitución”, elaborada en plena democracia y aceptada y respetada por todos, afirmó.

En ese contexto, el Presidente agradeció a los parlamentarios que “lograron superar sus diferencias históricas” y “pusieron los intereses de Chile por delante”.

Acuerdo por las pensiones y economía

El jefe de Estado afirmó que se debe construir un acuerdo para mejorar las pensiones de los adultos mayores.

En ese sentido, sostuvo que el Gobierno está dispuesto a avanzar más allá del aumento del 20% de aumento que hemos propuesto” en la pensión básica solidaria. Sin embargo fue claro en que se debe recorrer este camino “con responsabilidad”, lo que exige “gradualidad para poder cumplir con hechos y no solamente con buenas intenciones”.

Asimismo, llamó a evitar caer en el populismo y demagogia, y a actuar con responsabilidad para construir sobre roca y no sobre arena el futuro del país.

El Presidente advirtió de los grandes costos que significarán las últimas cuatro semanas para la economía de Chile.

No obstante, afirmó que “nuestra economía está sana y sus fundamentos son sólidos. Tenemos una ardua tarea por delante, para ponerla en la senda del crecimiento”.

En ese contexto, manifestó la necesidad de “reconstruir lo que la violencia ha destruido”, y salir en apoyo de tantas pymes “que han sufrido los rigores de esta última semana”.

“Debemos también poner en marcha un plan de reimpulso de la economía, para poder recuperar la senda del crecimiento y para poder avanzar todos juntos hacia ese Chile más libre, más justo y más feliz”, puntualizó