Momentos mágicos, maravillosos, asombrosos e incluso así faltarían adjetivos para describir lo que se vivió en el Hospital de Copiapó, el motivo: el primer nacimiento con tradiciones de la comunidad diaguita.
Karen Aravena es Meika y Maychikua Diaguita, ella es quien realiza la medicina ancestral de este pueblo originario y fue quien tuvo un papel fundamental en el nacimiento, “el parto diaguita se relaciona al amor y lo maravilloso es que pudimos hacerlo en conjunto con las matronas del hospital, así que fue mucho más hermoso”
La Maychikua Karen Aravena, explica cómo se desarrolló este parto con tradiciones ancestrales “se soba con calor en las manos, para que las contracciones sean más rápidas, para que así la paciente pueda impulsar con mayor rapidez el bebé y sin tanto dolor. Al darle calor, uno va cantando, para que la contracción se vaya acelerando, y en el canto la paciente se concentra solamente en parir y la bebé sale sin dolor también, y así las dos no tienen ningún trauma. Luego se baña al bebé en una vasija de greda sagrada para que queden iluminado con el mundo de la tierra, el cielo y la cosmovisión nuestra”.
El Director del Hospital Regional de Copiapó, Mario Sotomayor expresó “cada vez que nace un bebé es motivo de alegría, no solo para la familia, sino también para nuestro equipo de salud. Afortunadamente se dieron las condiciones al tener poca demanda asistencial de pacientes en preparto, lo que dio la posibilidad de poder efectuarlo con tradiciones ancestrales de nuestra comunidad diaguita. Este nacimiento marca un hito, no sólo para la comunidad diaguita, también para nuestro hospital, el cual gracias al Programa de Salud y Pueblos Indígenas que desarrollamos, se pudo efectuar”.
Dixia Videla, Subdirectora de Matronería del Hospital Regional, destaca las diversas gestiones que han realizado en los últimos años, trabajando y apoyando las demandas históricas de mujeres y familias de pueblos originarios, con respecto a la atención y el nacimiento de sus hijos, “dentro de estos avances hemos logrado el acompañamiento durante todo el proceso, la movilidad y posiciones durante el Trabajo de pre parto y parto, la música o cantos originarios, hemos tratado de personalizar la atención y especialmente el respeto a sus tradiciones Culturales. Nos sentimos orgullosos de haber logrado su confianza al transmitirle la seguridad que les podemos otorgar en la Atención del Parto dentro de nuestro centro hospitalario.”
Bebé continuará con tradiciones
La bebé de recibió el nombre de Bianca Amelí Lieney Sánchez Gordillo, pesó 3 kilos 174 gramos y midió 50 centímetros. La joven madre de 19 años, Rachel Gordillo Santibañez, irradiaba felicidad por el nacimiento y acompañamiento que tuvo en el parto “Es muy importante para mí, como es mi primer bebé y además que pertenezca a una comunidad diaguita y sea atendida por una Meika, se siente muy especial”, señaló.
El nombre de Lieney, que se le dio a la bebé, significa Blanca de Flores Hermosas y para la Meika Karen Aravena este nacimiento es doblemente especial, dado que es su nieta, “Es el primer parto que participo en el Hospital Regional y además la bebé es la primera meika que nace. Mis hijos son sólo varones, por lo que la continuidad de la meika quedaba sólo conmigo; al nacer mi nieta se puede seguir el linaje y podemos seguir practicando nuestra medicina desde pequeña, con los cantos sagrados y todo lo que viene incorporado en lo que es la medicina ancestral”
El primer parto diaguita del Hospital Regional de Copiapó, fue asistido por la Meika Karen Aravena, y las matronas del Servicio de Ginecología y Obstetricia, Carmen Castillo y Elizabeth Arellano, esta profesional de la salud expresó “es un regalo emocionante el hecho de traer a la nueva meika, es un regalo y me siento agradecida de poder haber participado en el parto. Se dieron condiciones de progresión natural, ninguna patología ni estancamiento, todo fluyó naturalmente”, sentenció Arellano.
Con este nacimiento, la comunidad diaguita podrá continuar con sus tradiciones y medicina ancestral, manteniendo sus conocimientos y trasmitirlos como es la costumbre, de generación en generación.