En redes sociales se viralizaron una serie de fotografías que muestran una botella de cerveza que en su interior tenía una lagartija y 37 insectos muertos en pleno Desierto de Atacama.
El autor del hallazgo, Juan Mauricio Contreras, dijo que tomó las fotografías en los dunales del sector Chanida, al norte de Antofagasta, y lamentó la situación.
Contreras, que realiza excursiones y se autodenomina como un “naturalista aficionado”, aseguró que la lagartija era endémica de la zona y que junto a ella encontró coleópteros que sirven como polinizadores de la flora local.
¿Por qué entraron? Contreras solo ve una explicación al respecto: la botella debe haber recogido condensación de la humedad de la camanchaca, por lo que juntó una cierta cantidad de agua.
“Entonces estos polinizadores entraron a beber porque normalmente ellos toman agua de los líquenes, de las rocas o de las gotas que se puedan filtrar. Como vieron agua, entraron, pero como estaba en altura no pudieron salir porque se resbalaban y cuando se secó murieron todos”, dijo.
Inmundicia
En sus recorridos por la zona, Contreras señaló que la inmundicia es, lamentablemente, parte del panorama.
“Hay mucha basura, hay quemas de neumáticos, que generan una cantidad importante de contaminación, escombros que muchas veces tapan la flora que hay en el lugar”, aseguró.
“El ecosistema del desierto es bastante frágil y con la poca camanchaca que puede haber logran subsistir. De esta misma flora dependen la entomofauna y los reptiles del desierto”.
En esa línea, recalcó que toda la basura que alguien produzca mientras visite el desierto debe volver a las ciudades junto a ellos, para ser dispuesta como corresponde.
“Pareciera que en el desierto no hay nada, pero sí hay un ecosistema bastante importante que hay que cuidar, proteger”, espetó.
“Todas las acciones que nosotros tenemos en la naturaleza generan daño, por eso hay que tener un cuidado único por dónde vamos a caminar y los senderos que deberíamos (recorrer) y no salirnos de ellos”, añadió.