La Bancada Regionalista, compuesta por diputados y senadores, se reunió con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, para conocer las propuestas de rentas regionales en el proyecto que impulsa el gobierno de Reforma Tributaria.
Tras la reunión, muy molesto se mostró el diputado y presidente de la Federación Regionalista Verde Social, Jaime Mulet, quien señaló que “el interés del gobierno de hacer un cambio importante hacia las regiones de nuestro país, para que puedan tener recursos los próximos gobernadores regionales, es prácticamente nulo”
“La propuesta que ha hecho el ministro, que ya había de alguna manera adelantado no es significativa, y como presidente de un pequeño partido como es la Federación Regionalista Verde Social, yo quiero decir aquí muy responsablemente que tampoco vamos a dialogar con el Presidente de la República los temas de la reforma tributaria, ni con el ministro de Hacienda, porque nos parece extremadamente grave que no se avance absolutamente nada, no tiene sentido. El gobierno está haciendo juego de piernas y la verdad que llevamos un año perdiendo el tiempo los Regionalistas, y no estamos dispuestos a seguir en esa lógica”.
Mulet recalcó que “las regiones no pueden seguir esperando en nuestro país, las regiones del norte, del sur, son buena parte zonas de sacrificio, y no estamos dispuestos a seguir esperando. Yo por lo menos rompo el dialogo”. Acto seguido y consultado por qué pasará cuando venga el ‘pirquineo’ de votos de la autoridad por la reforma tributaria, fue enfático en señalar que “en nuestro partido no va a encontrar eco el gobierno, ningún voto”.
“Yo por lo menos no me presto para seguir en esta lógica. Agradezco las palabras de buena crianza del ministro, pero aquí para las regiones no hay nada concreto. No venimos ni vamos al gobierno a pedir limosna, vamos a exigir justicia con nuestras regiones, máxime cuando vamos a elegir los gobernadores regionales. Porque si no los dotamos de recursos autónomos, van a ser leones sin dientes y eso no nos sirve”.
Finalmente, según explicó el parlamentario, “lo único a lo que se ha abierto el gobierno es a una petición que ha hecho la SOFOFA en orden a que el 1% de las grandes inversiones quede en la región, lo que es una cifra irrisoria, y más bien lo que busca es flexibilizar exigencias ambientales”, concluyó.