El carabinero fronterizo es sinónimo de presencia, soberanía, solidaridad, auxilio y protección. Ésta es la labor que desempeña el personal de este destacamento emplazado en la precordillera de Alto del Carmen, en medio de parajes tan hermosos como aislados. Es una labor permanente de acercamiento con la comunidad, que le permite dar respuesta a las variadas necesidades que presentan los pobladores de esta apartada localidad de Atacama.
Prevención montada
Un medio de transporte que permite a Carabineros llegar a los lugares más recónditos son los caballos, amigo fiel que los acompaña durante las labores de prevención y fiscalización. Los carabineros montados realizan visitas periódicas y puerta a puerta a sectores que presentan limitaciones geográficas y donde sus habitantes, debido a problemas de desplazamientos, no pueden concurrir al Retén policial a plantear sus inquietudes.
También cumplen una labor trascendente en el resguardo y patrullajes de soberanía a los doce hitos que existen en el límite internacional con Argentina y que se extienden por más de 105 kilómetros desde el paso Macho Muerto hasta el paso Los Amarillos. Sin embargo, durante el período en que no pueden recorrer los hitos fronterizos, debido a las condiciones climáticas, el personal realiza acciones de integración y acercamiento con los diferentes sectores de la población, interactuando con niños, jóvenes, vecinos y adultos mayores.
Asimismo, durante la temporada estival, los carabineros montados deben desarrollar acciones de difusión con turistas que llegan a disfrutar de paseos y ascensos a las montañas, sin dejar de lado los rescates de montañistas extraviados.