Jóvenes de Atacama que forman parte del programa Móvil Maker, impulsado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso sede Atacama, trabajan para crear un innovador filtro para el agua potable a base de grafeno, conocido como un material “milagroso” por sus múltiples usos y propiedades.
El programa Móvil Maker acerca las nuevas herramientas tecnológicas a los estudiantes de Atacama y es financiado por los Fondos de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Atacama.
El proyecto denominado Oasis, fue creado por Diego Valenzuela, Rodrigo Rivera, Simón Zepeda, Javiera Castro y los hermanos Francisco y Diego Martínez, todos estudiantes de entre 16 y 18 años de la Escuela Técnico Profesional de Copiapó.
Francisco Martínez, quien junto a su hermano egresaron con excelencia académica y promedio siete el año 2018 de la ETP de Copiapó, evidenció que “este era el momento para iniciar un proyecto científico propio, rodeado de personas con el mismo ideal y espíritu que yo, dimos origen al proyecto Oasis. Que en sus inicios fue una propuesta con fines didácticos, pero con el tiempo vimos la necesidad de superar ciertas problemáticas, de utilizar nuestro conocimiento para un bien mayor que era emprender y, gracias a la Incubadora de Negocios Chrysalis y Cowork Atacama, hemos sido capaces de seguir con la visión de formar una Start-Up para mejorar la calidad del agua en la comuna y la calidad de vida de las personas”.
El grafeno, es un material que destaca por su resistencia, ligereza y alta conductividad térmica, es transparente, flexible, impermeable, no contamina, es más duro que el diamante, doscientas veces más fuerte que el acero y más flexible que la fibra de carbono. Sus usos son tan variados que con él se podrían crear elementos como sensores químicos, luces led, súper baterías, pantallas flexibles, tinta conductora, transistores y detectores, componentes para aviación y automóviles, entre otros.
La estructura molecular de este material es conocida desde hace casi un siglo, pero no existía un procedimiento práctico para fabricarlo, hasta que los científicos rusos AndreGeim y KonstantinNovoselov, consiguieron crearlo a temperatura ambiente y con métodos sencillos. Descubrimiento que les permitió obtener el Premio Nobel de Física en el 2010.
Diego Valenzuela, otro de los creadores de Oasis evidenció que “nuestra idea partió como un proyecto científico y un juego de niños, y el programa Móvil Maker nos ha dado otro enfoque, otro punto de vista mucho más positivo, desde el emprendimiento, cambio social y del uso de la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas”.
“A través de este proceso de aceleración, hemos avanzado harto, hemos aprendido muchas cosas en relación a modelo de negocios, desarrollo tecnológico, hemos aprendido a hacer las cosas bien ordenados, también estamos trabajado con logos y marcas de empresa, hemos dado pasos bien grandes en poco tiempo y estamos contentos por eso”, argumentó Diego.
De manera que el equipo Oasis, -uno de los diez equipos ganadores del concurso del Programa Móvil Maker-, basó su proyecto en el revolucionario estudio de los científicos rusos, con el objetivo de solucionar problemáticas propias de la región. Idea que mediante un proceso de aceleración liderado por profesionales de Chrysalis Incubadora de Negocios de la PUCV y Cowork Atacama de la Universidad Católica de Valparaíso, sede Atacama, se convertirá prontamente en un prototipo.