El Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEA) declaró admisible el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Rajo Inca, proceso que permite continuar con las siguientes etapas de este proyecto que, de ser aprobado, extenderá la vida útil de la División Salvador, de Codelco, por 40 años.
La iniciativa estructural Rajo Inca, que implica una inversión de US$1.000 millones, permitirá aumentar en 50% la producción de esta operación respecto de los niveles actuales.
El proyecto apunta a aumentar la producción anual desde 60.000 toneladas de cobre fino hasta 90.ooo ton, mediante la explotación a rajo abierto de más de 900 millones de toneladas de nuevas reservas.
Las actuales faenas sólo tienen recursos para continuar produciendo de forma subterránea hasta 2021, por lo que su inminente agotamiento implicaría el cierre de la división.
Contribución a la región
Entre otros beneficios, Rajo Inca contará con elevados estándares mineros, lo que permitirá un desarrollo sustentable del negocio. Para esto, la división está preparando desde ya la transformación operacional, de procesos y cultural, que requiere implementar como paso para el aumento de su productividad en un 50%, y de esa forma viabilizar el proyecto que cuenta con una ley de mineral de 0,59%.
Además, durante la construcción y en su fase de mayor demanda se proyecta una empleabilidad de casi 2.000 personas.
Se estima que la contribución de Rajo Inca a la tasa de ocupación directa e indirecta sea de 8,9% en las comunas de Diego de Almagro y Chañaral durante la vida del proyecto; el aporte al Producto Interno Bruto Regional promediaría 3%, mientras que por cada dólar invertido en esta iniciativa se generarían US$6,2 adicionales para la Región de Atacama y el país durante la vida útil del proyecto.